11.3. Seguridad activa. Frenos

Los frenos son fundamentales para la seguridad durante la circulación: permiten detener el vehículo y adaptar su velocidad. Debemos asegurarnos de que todos sus componentes funcionen adecuadamente, por lo que lo recomendable es cambiar: cuando pierda eficacia el freno, con las recomendaciones del fabricante, cada dos o tres años (según indique el fabricante) o cuando encontremos que tienen grietas, manchas o fugas.

Los frenos están compuestos por: pastillas, discos de freno, líquidos de frenos y latiguillos.

11.3.1. Servofreno

El servofreno reduce el esfuerzo que debemos realizar en la presión sobre el pedal de freno.

El servofreno solo funciona con el motor en funcionamiento, por lo que de encontrarnos en punto muerto y con el motor parado, deberemos ejercer más presión sobre el pedal de freno. No obstante, no debemos circular en estas condiciones.

11.3.2. ABS

El ABS es uno de los sistemas de seguridad activa más importante y su función es evitar que las ruedas se bloqueen en una frenada de emergencia y conseguir que el conductor mantenga el control del vehículo. Es decir, mantener la estabilidad y maniobrabilidad del vehículo, incluso en situaciones de frenado de emergencia.

Para frenar con ABS, debemos en primer lugar, presionar el pedal de freno a fondo con fuerza, mantener accionado el pedal de freno hasta la detención del vehículo y en caso de ser necesario, permite maniobrar para esquivar cualquier obstáculo.

Notaremos que se ha activado el sistema ABS al escuchar unos chasquidos y vibración en el pedal de freno.

¡Recuerda!

Si nuestro vehículo no dispone de ABS y encontramos hielo en la calzada, es preferible no frenar.

11.3.3. Fallo de los frenos

En caso de fallo total de los frenos, deberemos:

• No acelerar.
• Circular todo lo arrimado que se pueda al borde derecho de la calzada o salirse al arcén, si existe y es practicable.
• Cambiar, sucesivamente, a una relación de marcha inferior, a fin de conseguir que el motor actúe como freno.
• Si las velocidades no entran, utilizar el freno de estacionamiento, pero tirando de la palanca de manera progresiva.
• Tan pronto se note que ha empezado a reducir la velocidad, intentar nuevamente introducir una velocidad inferior, repitiendo la operación hasta conseguir dominar y detener el vehículo.
• En último extremo, también podríamos hacer rozar la carrocería con el guardarraíl o los bajos del vehículo con montones de tierra, para que reduzca velocidad.