1.8. La somnolencia al volante

1.8.1. Introducción a la somnolencia al volante

La somnolencia interviene, directa o indirectamente, en entre el 1 y el 30% de los accidentes de tráfico. Sus efectos no sólo se manifiestan por la noche, sino que también son muy numerosos los accidentes diurnos en los que la somnolencia es un factor de riesgo.

Por mucho que tratemos de evitarlo, los efectos de la somnolencia siempre acaban por afectar gravemente a nuestra capacidad para conducir vehículos. Por ello, deberemos tratar de evitar las situaciones que la favorecen, y si ya nos encontramos bajo su influencia, parar a descansar cuanto antes.

Las horas más habituales para la aparición de sueño son las horas de la madrugada (entre las 3 – 5h de la madrugada) y las horas de la tarde (entre las 14 – 16h), sobre todo después de comidas copiosas.

1.8.2. Factores que aumentan la somnolencia

Entre los factores que aumentan la somnolencia, los más significativos son los siguientes:

• Privación del sueño: el número de horas que necesitamos varía según la edad y la persona en general, pero se ha demostrado que dormir poco provoca una gran somnolencia al día siguiente.
• Sueño fragmentado: despertarnos constantemente por la noche o no dormir adecuadamente conlleva que a la mañana siguiente nos encontremos cansados.
• Cambios en el horario del sueño: en trabajadores con turnos de trabajo es muy frecuente que tengan sueño en periodos en los que están despiertos. Si dormimos de día, la somnolencia de noche puede ser mayor.
• Sustancias con efectos sedantes: el alcohol y algunos medicamentos, como los antihistamínicos, los antidepresivos y los ansiolíticos favorecen la aparición de la somnolencia. Además, deberemos usar con precaución las sustancias estimulantes para evitar el efecto rebote.
• Trastornos del sueño: algunos trastornos como la narcolepsia impiden legalmente conducir.

1.8.3 Efectos de la somnolencia en el conductor

Las alteraciones más importantes producidas por la somnolencia y que afectan a la conducción son:

• Aumento del tiempo de reacción: La somnolencia afecta la capacidad de reaccionar rápidamente a situaciones de tráfico imprevistas, lo que puede aumentar el riesgo de accidentes.
• Menor concentración y más distracciones: En entornos monótonos y con poco tráfico, la somnolencia puede llevar a una disminución en la concentración y aumentar las distracciones, lo que compromete la atención en la carretera.
• Toma de decisiones más lenta y errónea: En situaciones complicadas que requieren respuestas rápidas, la somnolencia puede ralentizar la toma de decisiones y conducir a elecciones menos acertadas.
• Movimientos más automatizados y lentos: La somnolencia puede hacer que los movimientos al volante sean más automáticos y lentos, afectando la agilidad y la capacidad de respuesta.
• Alteración de las funciones sensoriales: La somnolencia dificulta enfocar la vista y puede causar visión borrosa, comprometiendo la percepción visual del entorno.
• Aparición de microsueños: Estos son periodos breves en los que el conductor se queda ligeramente dormido durante apenas unos segundos. Son peligrosos porque pueden pasar desapercibidos y aumentar el riesgo de accidentes.
• Alteraciones en la percepción: La somnolencia puede afectar la percepción del entorno, haciendo que sea más difícil interpretar correctamente la información de la carretera.
• Cambios en el comportamiento: La somnolencia al conducir puede provocar nerviosismo y agresividad, afectando negativamente la interacción con otros conductores y aumentando el riesgo de situaciones conflictivas en la carretera.

1.8.4. Recomendaciones para evitar la somnolencia

Para evitar que aparezcan los síntomas de la fatiga o la somnolencia, deberemos seguir las siguientes recomendaciones:

• Evitar los trayectos largos, especialmente si no estamos acostumbrados a ellos o si son por la noche.
• Descansar cada 2 horas o cada 200 km. Estas pausas serán de al menos 20-30 minutos. En condiciones desfavorable (circulación densa, lluvia, niebla, nieve, etc.), aumentar los descansos.
• Sujetar el volante con firmeza, sin adoptar una postura excesivamente relajada.
• Ventilar adecuadamente el interior del vehículo.
• Estrategias como cambiar de velocidad o realizar algún adelantamiento de vez en cuando (siempre que ello no represente ningún riesgo para la seguridad) pueden ser de utilidad para romper la monotonía y mantenerte despejado.
• Evitar las comidas copiosas y el alcohol cuando tengamos que conducir. Respecto a los estimulantes (como, por ejemplo, el café o el té), los tomaremos con moderación para evitar el efecto rebote.

1.8.5. Bandas sonoras longitudinales: como ayudan a combatir la somnolencia

Las bandas sonoras longitudinales en la vía (GSLF) consisten en una serie de superficies rugosas colocadas a lo largo de la calzada con el propósito de prevenir accidentes en vías interurbanas.

Estas bandas se han diseñado con el objetivo de alertar al conductor mediante sonido y vibración en caso de desviación involuntaria de la trayectoria del vehículo en la vía por la que se está circulando. Su función es proporcionar al conductor  tiempo de reacción para corregir la trayectoria del vehículo y evitar posibles accidentes, como salirse del carril o de la vía.