1.11. Condiciones meteorológicas que afectan a la conducción

1.11.1 Estado del pavimento

El estado del pavimento afecta mucho a la comodidad de la circulación y puede ocasionar la pérdida del control del vehículo en motocicletas, ciclomotores de dos ruedas y bicicletas. Una mala adherencia aumentará siempre la distancia de frenado y, por tanto, la distancia de detención.

• Pavimentos que reducen la adherencia:
  • Brillantes por las primeras gotas
  • Adoquines
  • Mal estado
  • Sucio
  • Mojado, nieve o hielo
• Pavimentos que favorecen la adherencia:
  • Buen estado
  • Alquitrán o asfalto
  • Cemento

1.11.2 Lluvia

La lluvia puede influir negativamente en la conducción ya que el hecho de que el pavimento esté mojado disminuye su adherencia con los neumáticos, por lo que deberemos adoptar más precauciones. Además, si los frenos se mojan, pueden dejar de funcionar y perder temporalmente su eficacia. Deberemos tener en cuenta que:

• Al caer las primeras gotas es cuando más precauciones deberemos adoptar porque al mezclarse el agua con el polvo u otros restos de la calzada se produce un barro llamado firme que es muy deslizante.
• La lluvia reduce la adherencia y la visibilidad por lo que deberemos encender las luces y aumentar la distancia de seguridad.
• Circular bajo lluvia intensa, especialmente en motocicleta, obliga a moderar la velocidad e incluso detener el vehículo si fuera necesario.
• Los badenes son zonas fácilmente inundables y, si nos vemos obligados a cruzarlos, deberemos poner primera marcha y cruzarlo con una aceleración sostenida para evitar que entre agua en el motor.

1.11.3 Aquaplaning

El aquaplaning se produce cuando los neumáticos no se adhieren al asfalto a causa de una película de agua. Se trata de una situación de peligro ya que podemos perder el control del vehículo fácilmente afectando a la dirección, aceleración y frenada. El mejor remedio para combatirlo es reducir la velocidad a aquella que permita a los neumáticos desalojar bien el agua.

El riesgo de sufrir aquaplaning aumenta cuando:

• Circulamos a una velocidad inadecuada.
• Los neumáticos tienen el dibujo desgastado.
• Los neumáticos no tienen la presión adecuada.

¡Atención! 

Los vehículos poco pesados como las motocicletas y las bicicletas, y los vehículos con neumáticos anchos y reducidas dimensiones tienen más riesgo de sufrir aquaplanning.

1.11.4 Viento lateral o racheado

El viento es una de las condiciones meteorológicas que nos pueden complicar más la conducción ya que nuestro vehículo va cambiando la trayectoria al seguir el trazado de la carretera, por lo que el viento nos irá afectando de diferente manera.

El viento lateral o racheado puede provocar el evento pantalla. El viento lateral es uno de los más peligrosos sobre todo cuando adelantamos a un vehículo voluminoso que nos cubre del viento o al salir de un túnel. Deberemos tener en cuenta este efecto y sujetar el volante con firmeza, pero sin rigidez y girar un poco el volante hacia el lado de donde viene el viento. Cuando el viento es racheado o a ráfagas deberemos tener especial cuidado para evitar repentinos desvíos.

1.11.5 Niebla

La niebla son pequeñas gotas de agua en suspensión que disminuyen notablemente la visión. La condensación de agua en la calzada hace que se vuelva más deslizante.

Deberemos seguir las siguientes recomendaciones:

• Utilizar las luces antiniebla y el sistema de alumbrado en general correctamente (hablaremos más delante de ellas en el tema 4.4.).
• Adecuar la velocidad a la situación.
• Aumentar la distancia de seguridad.
• No adelantar.
• Prestar especial atención a las marcas viales.
• Si la situación se complica, parar en una zona segura y esperar a que pare.

1.11.6 Nieve

La conducción con nieve es muy similar a la conducción con lluvia o niebla, es decir, debemos extremar la precaución.  Cuando caen los primeros copos de nieve la conducción es tan peligrosa como cuando caen las primeras gotas de agua. El problema se agrava cuando la nieve se congela o se endurece.

Deberemos seguir las siguientes recomendaciones:

• Circular por los surcos que han dejado otros vehículos.
• Moderar la velocidad y aumentar la distancia de seguridad.
• Utilizar marchas largas (segunda o tercera velocidad)
• No variar la presión de los neumáticos.
• Usar gafas de sol si es un día soleado.
• Acelerar con suavidad para mantener la adherencia con el asfalto y frenar con tacto para evitar que se bloqueen las ruedas. Si frenamos bruscamente pueden perder la adherencia y derrapar.
• Si no disponemos de ruedas de invierno, instalar las cadenas en las ruedas motrices.

1.11.7 Hielo

La conducción con hielo es muy similar a la conducción con nieve, pero aumentando aún más las precauciones. El mayor peligro es la falta de adherencia, ya que hace aumentar la distancia de frenada hasta diez veces por encima de lo normal.

Deberemos seguir las siguientes recomendaciones:

• Tras una helada nocturna, si no hemos protegido los cristales, retiraremos con rasquetas o alcohol el hielo de los cristales.
• Arrancar con la segunda marcha, haciendo juego de embrague.
• Moderar la velocidad y aumentar la distancia de seguridad.
• Utilizar marchas largas (segunda o tercera velocidad).
• Si no disponemos de ruedas de invierno, instalar las cadenas en las ruedas motrices.

1.11.8 El Sol

Los rayos del Sol pueden incidir sobre nuestros ojos directamente o por reflejarse en superficies brillantes, húmedas o nevadas. El sol es especialmente peligroso al amanecer y al anochecer, sobre todo en invierno.

Para evitar deslumbramientos deberemos:

• Mantener el parabrisas bien limpio.
• Orientar el parasol adecuadamente.
• Usar gafas de sol.
• Moderar la velocidad.
• Aumentar la distancia de seguridad.